Buscar

Esto es Gull

depintasporba
27 ene 2016
2 Min. de lectura

Después de ir varias veces a tomar una cerveza, un día quisimos probar su comida y fuimos a cenar. Pedimos una hamburguesa y una ensalada. Si bien es un lugar chico y no tiene capacidad para tantas personas, la demora fue bastante larga pero valió la pena. La ensalada era agridulce: tenía camarones, palta, lechuga, pepino, mango y salsa de jengibre. La hamburguesa, además de sus ingredientes bomba como el cheddar y la panceta, venía acompañada de tres frascos de salsas caseras. Cuando preguntamos si había algo más normal como una mayonesa o algo así, la moza, con un tono irónico, respondió: “No, esto es Gull”. Miramos a un costado y el cartel de neón con las cuatro letras en mayúscula no dejó lugar para ninguna duda.

Gull no tiene comparación. Rompe con todos los estereotipos y se sumerge en un estilo propio y único. Está ubicado en Palermo Soho, es una esquina no muy grande y tiene pocas mesas lo que lo convierte en un ambiente más personal de lo que acostumbramos a encontrar en la ciudad porteña. Ni bien entrás, ves la barra en el centro del lugar y las mesitas que la rodean. La barra tiene banquetas para aquellos que deseen sentarse a tomar un trago literal y charlar con quien se acerque. Hay una escalerita que te lleva, primero a un entrepiso con baños semi-compartidos (se comparte entre hombres y mujeres el espacio donde te lavás las manos) y, luego, a una terracita con más mesas y guardas de lucecitas color blanco mate que lo vuelven un espacio de noches cálidas y acogedoras. Su decoración es prolijamente rústica, las paredes de ladrillo a la vista con pizarrones color negro escritos con tizas de diferentes colores explican los distintos tipos de cerveza, su graduación alcohólica, su sabor, entre otros tips.

Vamos a lo que más nos gusta: la cerveza. Podés pedir la pinta o la media pinta y te la sirven ahí, fresquita, frente a tus ojos. Junto a ella, algo que nos pareció genial, te traen dos bolsitas de arpillera: una repleta de maní con cáscara y la otra vacía para tirarla. También ofrecen jarras de tragos como, por ejemplo, Gin Tonic o Jager Tonic o simplemente de jugos naturales. Otra cosa que nos pareció excelente es que al pedir un aperitivo como el Fernet, te sirven la medida en un vaso y te dan una lata de Coca para que lo armes como prefieras.

Para acompañar, Gull nos sorprendió con las diferentes opciones para “picotear”: picadas, papas con diferentes salsas servidas en freidoras enormes, pollo frito, empanadas salteñas, wraps, pizzas, hamburguesas (¡hay hamburguesas veganas!), ensaladas y, el plato diferente y prometedor, polenta crocante con hongos frescos muy bien condimentados. Los mozos son pocos y cada uno tiene un estilo muy particular, entre hípsters y bohemios, que encajan perfectamente con el lugar. Además, son muy buena onda.

Buen dato: ¡hay Happy Hour de 18 a 21 para cortar con la rutina!

(Imágenes tomadas del Facebook Oficial de Gull)

Gull Cervecería

Cabrera 5502, esquina Humboldt

Buenos Aires

4772-2736