Cossab: Una cervecería con alma de barrio
- depintasporba
- 15 abr 2016
- 3 Min. de lectura

Si estás en la movida de cerveza artesanal, Cossab es un nombre que no dejás de escuchar. Anoche fuimos a la sucursal de Boedo (hay otra en Villa Urquiza) para sumar esta joyita a nuestra experiencia en bares cerveceros.
Acostumbrados al estilo de Palermo, Cossab es un bar que mantiene algo muy importante y agradable: alma de barrio porteño. Su decoración: paredes oscuras en tonos bordó, aberturas de puertas y ventanas en verde inglés, mesas de madera, todas iguales y parejas, barras con banquetas para compartir el lugar; muchas botellas de diferentes marcas y sabores como adornos, chapitas, cuadros con imágenes cerveceras, barriles y demás elementos que dan cuenta de los años del bar, de su historia y de todo lo que pasó en él. Hay una barra muy larga en el centro, con muchas canillas de cerveza y todos los elementos, como la cocina misma, a la vista de todos.

Las chicas que atienden, además, son muy descontracturadas, nada de producción ni looks que lleven horas de preparación, pero siempre muy prolijas, atentas y, en especial, buena onda. Te acercan la carta y, luego, un kit de servilletas, cubiertos y aderezos como quien te invita a su casa y te pasa lo que van a poner en la mesa. La gente que va también tiene esa misma onda: no hay producción, es gente que va “así nomás” a tomar algo, charlar y pasarla bien. Se genera un clima muy amigable.
La música que predomina es el rock & roll y, aunque nos resulta un poco ruidosa, parafraseando a un compañero de birra, en las cervecerías con alma se escucha mucho rock: Guns n’ Roses, Kiss, etc. Sin embargo, no estaba a un volumen alto y las voces de las mesas se imponían sobre ella.
Pasemos a lo importante, la cerveza: pocas veces nos pasó de tener tantas opciones de cerveza artesanal en un bar. En Cossab tienen las suyas tiradas y, también, varias marcas de porrones de todas partes del mundo. Las propias son: Bitter, Rojiza, Doppelback, Scotch, Robust Porter, Weissen Honey, Oktober Fest, Trigo, Rubia, Brown Ale, India Pale Ale (IPA), Con Miel, Dry Stout y, algo llamativo, la que ellos llaman “Half & Half” y que consiste en 50% de cerveza rubia y 50% negra. Todas las pintas cuestan $65 o $70 y la sirven a una temperatura de 6 a 8 grados, dependiendo del tipo que elijas. Luego, tienen marcas de cervezas artesanales nacionales: Bulco, The Mula, Katmandu, Dos Patrias, Castel Coral, Berserker, Berlina, Antares y Me echo la Burra. Cuestan entre $40 y $80 el porrón. Y, por último, otras de países como Alemania, Holanda, España, Chile, Italia, Inglaterra, Irlanda, Canada y México. Éstas cuestan entre $40 y $130 el porrón y su disponibilidad depende del importador que los provee. Para quienes quieren tomar otra cosa, ofrecen Campari y Fernet a $45.
La carta: algo que nos llamó la atención y que vale la pena destacar en primer lugar es que sus platos son económicos, abundantes y, de más está decir, riquísimos. Hay 7 picadas diferentes, entradas como cuadraditos de mozzarella o nachos, pinchos de pollo o carne, waffles, mariscos, brusquetas, ensaladas, tortillas, pizza, sándwiches, hamburguesas, salchichas Frankfurt, diferentes tipos de papas fritas, postres y platos principales más elaborados como bondiola o salmón con guarnición. Todos están entre $80 y $150.
Probamos las “Papas Rústicas”, un plato gigante de papas con cáscara, queso crema y jamón crudo; y luego pedimos los “Cuadraditos de mozzarela” con salsa de tomate. Muy ricos, de buena calidad cada ingrediente y porciones bastante grandes. De las pintas que probamos, nuestras favoritas fueron la Bitter, cerveza de cuerpo espeso y espuma duradera con un amargor delicado que no te invade bruscamente y la Weissen Honey, que combina el trigo con la miel, dando un resultado muy suave y a penas dulce, de cuerpo espeso y tonos cítricos al final. La espera tanto de la bebida como de la comida es prácticamente nula y las chicas están siempre atentas para que no te falte nada.
Cossab es un espacio que te saca de esa movida típica de cadenas en las que se repite todo a raja tabla, que es pensado y diseñado por alguien que se dedica a eso; y te sumerge en algo completamente distinto que refleja la sociedad porteña y sus costumbres, un lugar que da la sensación de estar, en vez de pensado para el consumidor, construido por cada persona que va y aporta su granito.
Cossab
Carlos Calvo 4199
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